jueves, 11 de julio de 2013

"Los Becarios", cine






Me levanté “Arggg”, como dice una amiga mía. Es ese tipo de día que no te encuentras mal, ni tienes motivos para estarlo, pero te sientes como el tiempo ayer, nublado y con calor. Todo salía bien durante el día, pero no terminaba de romper esa barrera del “Arggg”. Ni siquiera cuando mi chico, un hombretón de casi cincuenta y dos al que no le pega lo de “chico”, pero tampoco me gusta la palabra “novio” y no ha pasado suficiente tiempo para llamarlo “pareja” (¡qué cruz de tiempos vivimos!). En fin, ese es otro tema, el caso es que me preguntó que si íbamos al cine y dije que sí.
            Cuando vi el trailer de la película me pareció graciosa, pero nunca voy a ver ese tipo de películas porque me parecen que son una pérdida de tiempo y dinero, así que espero verla tres años más tarde en la televisión. Pero ayer tenía ganas de reír, o sonreír aunque fuese, así que le dije sí.
            ¡Y cuánto me alegre! No sólo es la historia de dos maduritos (aunque parezcan niños grandes) que pierden su trabajo de toda la vida y se presentan a un curso de formación en Google, sino que sales con un chute de optimismo enorme. Owen Wilson y Vince Vaughn hacen un trabajo de transmisión de buena energía genial. Yo que no soportaba a ninguno de los dos por películas anteriores que han protagonizado y que nunca he visto porque me he basado en el trailer para no ir a verlas. Aunque la moraleja es bien sabida, la forma de transmitirla, sobretodo para mí de Owen Wilson es fantástica. La experiencia es un grado y la inocencia de la juventud es otro, pero compatibles. Se refleja muy bien la situación laboral tanto de jóvenes, sin fe en el futuro, como de mayores, los dinosaurios.
            En resumen, es divertida, entretenida, te olvidas de la realidad durante dos horas y cuando vuelves a esta última, lo haces con más fuerza que cuando entraste.
  

1 comentario:

  1. yo soy el chico, el hombretón, el tipo de 52 años, la prueba andante y viviente de que la edad no se lleva en el DNI o en el cuerpo, sino en la cabeza. Algo que los protagonistas de esta película enseñan muy bien al tiempo que te arrancan una sonrisa.

    Una magnífica reseña. Felicidades!!

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