miércoles, 11 de marzo de 2015

"Kingsman Servicio Secreto" de Matthew Vaughn

Poco más de dos horas de película que se te pasan volando. Muy entretenida, no tan seria como James Bond, ni tan loca como Austin Powers. Bien hecha. Los actores se han divertido haciéndola, eso seguro, pero tú disfrutas viéndola.

Colin Firth es mi actor preferido, así que a mí me ha encantado, a pesar de no ser un chaval ya, es un madurito muy interesante. Samuel L. Jackson haciendo de malo con ceceo es lo más. Mi santo disfrutó mucho de este personaje ahora que ya va dejando los subtítulos en español atrás (las clases de inglés están dando sus frutos). Mark Strong, que siempre hace de malo, tiene un personaje interesante, es como un controlador de aviones en hora punta, no para. Me ha encantado también. Y Michael Cane, un dinosaurio al que no se le ven las arrugas creativas.

Malo, muy malo, el protagonista, Taron Egerton. Pero claro, no peor que el marido de la Pataky en la última que vimos. Eso es de record, y claro, pues el chico, Taron, es mono (para quien le guste), hace su papel y ya. Me gusta mucho más su partener Sophie Cookson.

En fin, que para cinco euros que pagamos esta FENOMENAL. ¿Qué por qué pagamos cinco euros? Porque cuando vas al Renoir el miércoles, pagas 3,90 euros y te dan un vale para volver en los siguientes diez dias por 5,50 euros si no eres socio de Renoir, pero por cinco si sí lo eres. Y con ese vale, te dan otro. Y así para siempre, o mientras dure esto, que de momento, sigue. Para que luego digan que el cine es caro. Eso sí, versión original con subtitulos. Bezis

viernes, 27 de febrero de 2015

"Trilogía del Baztán", por Dolores Redondo

Ya hice una entrada sobre la forma de escribir de Dolores Redondo. Así que aquí sólo voy a poner qué me han parecido sus tres libros de la trilogía del Baztán.

Cada vez que empiezo una trilogía me pregunto qué va a hacer el/la autor/a para mantener la intriga y no irme directamente a la tercera novela. Aquí el que más me ha gustado es el segundo. Es el que mejor escrito está y el que más tensión pone al final. Las últimas cien páginas no puedes ni respirar. Supongo que por eso el tercero resulta tan soso comparado con el segundo. De hecho, el tercero es el que menos me ha gustado. Sospechas ya quién es el asesino desde la página ciento y poco, pero te intriga cómo lo va a explicar. Luego lo explica deprisa y corriendo en las últimas cincuenta páginas, con lo que tanta expectativa se queda en . El primero está muy bien porque te introduce en la infancia de la protagonista, en su familia, sus orígenes, su trabajo, y resuelve el primer caso, muy cogido con pinzas también. Pero entretenido. Ya digo, el segundo es el mejor, para mí.

En cuanto a la trama, después de leerlas todas, quedan muchos cabos sueltos, con lo que no sabemos si es que la trilogía será tetralogía o empezará a contar la vida de otro personaje. Y en cada libro una leyenda: el basajaun, el mairu-beso e Inguma.

Los personajes son muy particulares, muy radicales, a veces muy estereotipados, pero gustan todos, o los odias, según. Mi favorito, Jonan. Mi favorita, Engrasi. Me gustan Montes, la hermana mediana, James, Berasategui.

Me impresionaron los suicidios y una muerte inesperada en el tercer libro. Pero me vino a la cabeza eso de “Nadie es imprescindible”, ni siquiera los que se lo creen, imprescindibles digo. Y como ésta, muchas más reflexiones a lo largo de los tres libros. Te entretienen, pero si quieres también le puedes dar al coco.


Y es que no quiero revelar nada para que os los leáis. Es una trilogía muy muy entretenida tanto para los que les gusta la novela negra, como para los que les gusten las leyendas antiguas, las historias de brujas y sectas. Todavía estoy buscando la historia del periódico en que se basó la trilogía. No digo más. Leedlas.

jueves, 19 de febrero de 2015

"Legado en los huesos", de Dolores Redondo


Alucinada esa es la palabra. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero esta es im-presionante, como diría un famoso torero. Lo que consigue esta mujer con palabras normales, sencillas, sin estridencias, sin falsos complejos de escritor modesto, me parece increíble. No iba a hacer reseña hasta que terminara la trilogía, pero oye, ¿qué puedo decir? He cambiado de idea y no sólo por cambiar, sino para transmitir el deleite que produce leer a esta autora. Eso es, no es una reseña, es una observación a la labor profesional de la autora. Ayer se lo comentaba a mi santo, cómo puede transmitir tanto con palabras tan sencillas, tan normales. Supongo que es el orden en el que las va hilando en la frase, en el párrafo, en el texto, en la trama. No tengo ni pajolera idea, únicamente sé que me engancha, mucho. No sólo desde la primera página, no. Es que los finales son de infarto de miocardio, tú. Está haciendo una “broma” en mitad de una escena trepidante y tensa, tú te sonríes lo suficiente mientras sigues leyendo sin perder el hilo, preguntándote cómo lo ha hecho.

No sé cuánto tiempo hacía que no disfrutaba tanto de la historia que me están contando, como de la manera de contarlo. Te sorprendes a ti misma diciéndote: “¡Qué buena línea!” “¡Qué manera de poner en tela de juicio este aspecto de la actualidad sin que te des cuenta específicamente, pero te lo ha colado!” Así me he pasado todo el libro. Voy a por el tercero ya. Porque entre el primero y este me he leído unos bodrios que nada tenían que ver con la literatura, a lo mejor con leer, por aquello de que, como algunas películas, te entretienen, pero no te llenan.

La reseña ya cuando me lea la tercera parte, si eso.


Muchas gracias, Sra. Redondo, y muchas felicidades.

viernes, 6 de febrero de 2015

"Blackhat (Amenaza en la Red)" de Michael Mann

Después de una racha larga de películas buenas, tenía que pasar. La temporada pre Oscars ha finalizado y llegan los grandes bodrios. Entre ellos, esta Blackhat, cuyo único gancho parece ser el actor protagonista, Chris Hemsworth, aunque yo no le vea el atractivo por más que me empeñe en observarle. Es tanto o más malo que su mujer trabajando, y eso que yo lo he visto en original. Bueno, he visto la mitad de la película, porque nos fuimos del cine. ¡Qué horror! Y menos mal que sólo fueron cinco euros malgastados. La película, de serie C, porque las de serie B me las trago enteras en casa, es un despropósito desde el principio: un fallo nuclear en una estación energética en China provocada por un pirata a través de la red lleno de clichés todo el rato. Un bodrio, vaya. No la recomiendo ni a l@s que os guste él físicamente, porque hasta parece que está rellenito.
Lo que no sé es lo que se ha tomado Michael Mann para decidirse a dirigir "esto". Supongo que hay que comer, pero no haciendo vomitar al público, por favor.
Llegar a casa y ver que anunciaban "El Destino de Jupiter" fue la señal inequívoca de que viene una dura racha de malas películas para los amantes del cine.
Buenos días y buen finde!

jueves, 5 de febrero de 2015

"Historia de un Cuadro", Teatro Fernán Gómez, Madrid.

Había ido a comer a casa de una amiga. Estaba cambiando de línea en Ventas para ir a casa cuando suena el móvil. Me llama un señor del Teatro Fernán Gómez. Resulta que hoy era el día de la primera función de la obra “Historia de un Cuadro”, pero no va a haber función debido a problemas técnicos. Me explica que el ensayo general tenía que haberse producido ayer, pero que se les hizo tarde y no pudieron hacerlo, con lo que lo van a hacer hoy. Puedo ir al ensayo general si quiero y me cambian, además, las entradas de hoy por otras para el día que me vaya bien. Por dentro estoy gritando: “SSSSSSSSSííííííííííííí´.” Por fuera, no protesto ni nada. Tengo que consultarlo con mi santo, al que le va a encantar la idea, lo sé. Quedo con el señor en presentarme en taquilla para que me informen de todo, dándome el nombre del director de sala, creo que era, para que se encargue de nosotros. Le doy las gracias, y él me dice que no que gracias a mí. ¡¿A mí?! En esos momentos pienso que no sabes quién le hace el favor a quién.
En fin, llamo a mi santo. Entusiasmado se queda muy corto, está eufórico.
Cuando llegamos a la taquilla una señora super amable nos cambia las entradas. Nos dice por dónde tenemos que ir para entrar luego, que ella ya avisa a Paco (nombre inventado del de la sala). Hay más gente, pero somos poquitos esperando, unos diez. Cuando nos dejan entrar nos advierten que se va a retrasar un poco el ensayo. Para entretenernos, nos dan el libreto. A nosotros nos lo da un señor muy simpático, al que luego preguntaríamos si era el director. Nos contestó: “De un trocito.” A las ocho y diez este mismo señor nos dice que se va a retrasar otro poquito, pero que enseguida empiezan, que al ser un ensayo general pueden haber interrupciones y/o repeticiones varias, pero que tengamos paciencia, que estamos haciendo de conejillos de indias. Yo sigo preguntándome quién le hace el favor a quién. Ellos tienen público en un ensayo general, pero nosotros podemos vivir de primera mano un ensayo general con poquita gente, una veintena o treintena de personas al final. Un lujo. Debe ser que soy demasiado curiosa, me contesto sola.
A las ocho y cuarto empieza la función. Tres actores, varias escenas, tiempos distintos. Una trama que no se hace nada pesada, que continúa durante hora y media pasada. Muy muy entretenida y muy muy recomendable. De los actores sólo conocía a uno, el Conde entre otros papeles. Ese está sublime, pero porque “lo conoces”, porque los demás no se quedan atrás. Al final tenía ganas de gritar: “¡pero que buenos soís, cabrones!” Pero no me atreví ni con un “Bravo”. La pena es que no hubo ni interrupciones ni repeticiones, Jajaja. Lo hicieron genial y de un tirón.

Creo que el Teatro Fernán Gómez, en este caso, tendría que aprovechar los ensayos generales de todas las obras que se organizan poniendo un precio especial (5 euros para amigos y 7 euros para público en general) debido a que pueden haber interrupciones y repeticiones. No creo que hubiera problema entre el público que fuera a ese tipo de función, si se les informa de qué es lo que van a ver y cómo. Nosotros lo pasamos genial, y volvemos con nuestras entradas esta semana a ver el pase oficial. ¡Felicidades!

miércoles, 28 de enero de 2015

¿"Edificio España"? Documental. Renoir Plaza España. Enero 2015

“Edificio España o cualquier otro lugar”


Porque eso era. Una demolición de un edificio. Que se trataba del Edificio España, sí. Pero también que podía ser el centro comercial de Allí de Villagrande o de cualquier otro lugar. Y es que cuando te dicen que te van a presentar un documental sobre la demolición del Edificio España, lo último que te imaginas es el retrato humano de un puñado de albañiles, que será interesante, si a eso vas al cine. Pero con semejante presentación, lo mínimo es que te enseñen los planos, planteamientos, historia y fin del edificio, gentes y sitios influenciados por el mismo. No sé, otra cosa que sea un homenaje, como se vendía y no “eso”.

Lo mejor, el grupo de amigas que teníamos al lado. Comentando lo mismo que nosotros. Y es que grabar un documental con todo el mundo trabajando sin medidas de seguridad ninguna, no me parece nada responsable, la verdad. Ni por parte de los que salen ni del que graba. Los personajes más destacables: los guardias jurados. Franco y cía te hacen reir todo el rato con sus comentarios y sus paseos “perdidos”.

Y si no fuera suficiente pretensión el título en español, en inglés se titula "The Building", El Edificio. Efectivamente, pero uno cualquiera, oiga, mejor ponga "A Building", sugiero.


El colmo fue ver los créditos, comprobando como el trabajo lo había hecho el tal Víctor grabando con una cámara y luego salen (aparte de los curritos, que trabajaron gratis para el documental, supongo) tropecientos mil para montar toda la historia. Y eso que no tenía música. De verdad, un gran ejemplo de cómo funciona España: trabaja uno y cobran cincuenta. Sólo espero que el Gobierno de Canarias se piense la próxima vez el dar dinero para este tipo de espectáculos. Luego dicen que el cine español no vende, desde luego, este no es el camino.