El mundo y yo
lunes, 4 de julio de 2022
sábado, 30 de mayo de 2020
Un placer conocerle, Don Emilio
Durante el encierro de este
virus, he descubierto al párroco de Valdepeñas, Don Emilio. Recomendado por Ana
de Jerez de la Frontera, con quien mi madre y yo teníamos programado a ir a Medjugorje de peregrinación en
abril. Ana había hecho un grupo para el viaje, pero ante la incertidumbre del principio,
nos recomendaba lecturas, podcasts y, entre otras cosas y personas, la misa de
Don Emilio. No fue hasta el mes de mayo que empecé a tomar notas, porque
aprendía mucho catecismo durante las misas.
El padre Emilio es un
párroco de 44 años (aunque aparenta menos si no habla, porque si habla, se le
nota la experiencia y ya parecen más), que lleva once años de cura en Valdepeñas.
Parece muy estricto, habla con mucha vehemencia, pero no es orgullo, es
devoción lo que corre por sus venas. Transmite perfectamente lo que quiere
decir, pone ejemplos fáciles (de los que a veces hasta él mismo se ríe), para
que lo entendamos todo todos. Todavía me asombro al verlo durante el sermón,
porque habla con una naturalidad y le sale todo tan hilado… es un speaker nato,
que dirían ahora las nuevas generaciones. Un gran orador, vaya. Mañana es su
último día de misa retransmitida por ValdeRec, YouTube.
Mi madre lo ve desde Arroyo
de la Miel, en Málaga, y yo desde el barrio de Ciudad Lineal en Madrid. Desde
que anunció que el 31 de mayo sería el último día no hemos dejado de pensar en
cuanto lo echaremos de menos, sobre todo cuando comentamos sus sermones después
de la retransmisión. Pero es algo que tenía que ocurrir, porque es verdad que
cuando la normalidad vuelva, ya no podremos ver a Don Emilio, sino que
acudiremos a las misas de siempre, recordando que hay un cura en Valdepeñas que
hace Iglesia, con mayúscula, y que, si Dios lo quiere, iremos a ver, cuando
antes, mejor.
Gracias por la compañía, por
las enseñanzas, por su amor a su parroquia y a sus parroquianos, y por
acogernos a los demás durante este tiempo. A Don Emilio y a Javi, su cámara.
Textos que he aprendido:
Consagración a la Virgen, Comunión Espiritual.
Recomendaciones literarias
religiosas: Discurso de Coronación de Pablo VI, Vidas de Santos (Santa Catalina
de Siena, Felipe Neri, Agustín de Canterbury, San Isidro), “Imitación de Cristo”
de Thomas Kempis.
Términos que ha explicado:
catecúmenos, cismáticos, tipos de fe, los cuatro dogmas de la Virgen, diferencia
entre envidia y admiración, kenosis, presbíteros, fariseos, saduceos.
Algunas frases de Don Emilio
durante las homilías:
·
“Nuestra pesca no es para llenar la Iglesia,
sino para llenar el cielo.” (Fecha no apuntada.)
·
“El amor si es verdadero, trae aparejado
SIEMPRE sufrimiento. Sufrir CON amor, no POR amor.” (12/05/2020)
·
“Un santo de la dificultad, saca virtud. El
que no es santo, de la dificultad hace queja.” (26/05/2020)
Alguna misa que me ha
gustado y podéis ver por YouTube,
https://www.youtube.com/watch?v=h46zrPY8T-U
(desde el min 9)
https://www.youtube.com/watch?v=tYJ8ebAlVasv
(desde el min 11)
https://www.youtube.com/watch?v=0Obi68ZrBtA
(desde el min 10)
viernes, 8 de mayo de 2020
A la defensiva
A la
defensiva, dice.
Me pregunta si estoy bien,
que últimamente los mensajes que mando le parecen que estoy “a la defensiva”. Le
digo que sí que estoy bien. Pero me llama porque “está preocupado por mí”. ¿Por
mí? No, está preocupado por nuestra relación, que ha cambiado mucho. Yo no puedo
mandar cosas de política, pero él sí puede mandar mensajes ambiguos que se
pueden malinterpretar con posturas políticas contrarias. Y soy yo la que estoy
a la defensiva. Cuando alguien está a la defensiva, normalmente, es porque no
se puede defender de frente, por ser educada, por no ofender, pero como se
siente ofendida, se “pone a la defensiva”. Y cuando habla con una persona así,
se contradice, porque si dijera todo lo que se le pasa por la cabeza, sin
filtros, entonces se acabaría la amistad. ¿Pero qué amistad? Eso no es amistad,
eso es lo que los ingleses llaman “acquaintance”, palabra que tanto me gusta.
Porque no es “conocidos” como se entiende en español, es más como que “los
conoces, te has encontrado alguna vez con ellos”. Desde luego, no una amistad.
En la conversación, hablamos
de la familia, porque claro, ¿de qué vamos a hablar sino? Virus, familia y
tiempo. Y me cuenta indignado que su padre lo tiene loco, que claro, que como
sólo ve Trece tv y oye la COPE, que está con un miedo irracional. Y yo me tengo
que callar para no decirle: “Claro, en vuestra casa como sólo veis Telecinco,
que es el súmmum de la progresía y la cultura…” o “entonces en vuestra casa
estáis chochos porque veis Telecinco, que sólo lo ven los viejos”, según los estereotipos.
Pero no, me callo en aras de la amistad. Claro que me callo también que yo sólo
veo Trece tv y oigo la COPE, lo cual me da una idea también del concepto que
tiene de mí. Yo siempre he dicho lo que he pensado, y creía que él también, pero
está demostrando que no, que se ha callado todo este tiempo (igual que yo me he
callado con otros). Y eso es lo que me sorprende, que no me conoce nada después
de más de 22 años de amistad. Y hemos sido muy amigos, hemos tenido mucho
contacto, pero veo que, como todo, esto también se está acabando. Porque estar
a la defensiva todo el rato, cansa y al final, todo acaba.
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