viernes, 20 de septiembre de 2013

"El último concierto" de Yaron Zilberman, Cine

Cuando ví el trailer en el cine pensé que sería una película entretenida y con un grupo de actores excepcional. Recuerdo haberme dicho que tenía que verla. Conforme pasaba el verano me daba cuenta de que no iba a poder verla por falta de tiempo. En verano siempre me resulta difícil ir al cine, cuando lo que más me apetece es pasear y estar al aire libre. De hecho, casi nunca ponen películas que me atraigan en esta época del año. El caso es que hoy ya era una de las últimas oportunidades y he ido con mi santo a verla. Mientras la ves, te invade una sensación de tranquilidad, de que te está gustando, supongo que por la música y el guión. Notas y palabras se van alternando de manera que te hacen sentir "feliz". A ello contribuyen en gran parte no sólo la interpretación de los grandes actores que trabajan en ella, sino también sus personajes, que como todos nosotros, tienen sus problemas emocionales y/o físicos, junto con un trabajo tan especial como es ser músico profesional. Trata las cuestiones tanto profesionales como personales de los miembros que componen un cuarteto. Grandes egos en grandes personajes, emociones encontradas, sentimientos contenidos que explotan, oportunidades recuperadas, infelicidad inconsciente. No se sabe si el cuarteto seguirá o no. Y este dilema va flotando durante toda la película. Piensas que ya sabes el final, pero no es así, y éste te sorprende. Todos los actores principales, Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Christopher Walken y Mark Ivanir, hacen un trabajo excepcional. Y aunque la chica que hace de hija no convenza demasiado, a lo mejor por culpa de los anteriores, no desentona del todo. Sales del cine con una energía positiva, limpia y te sientes genial. El único "pero" es que no la he podido ver en versión original. Eso tendrá arreglo: en cuanto salga el DVD, me lo compro. Al igual que la banda sonora. Total y absolutamente recomendable.

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